Los localismos de Portilla de Luna son en gran parte comunes con algunos pueblos de la montaña asturiana.

Encaño: Se aplica a cualquier cosa sujeta con un refuerzo externo. «Me han puesto un encaño en el brazo porque me lo rompí».

Frangüeso: Ave rapaz que es capaz de comer la médula ósea al tener la habilidad de romper los huesos dejándolos caer sobre piedras desde gran altura, llamado quebrantahuesos en otros lugares.

Mierga: Ave de bello canto y especial afición a las cerezas (para desconsuelo de los propietarios de los árboles), en otros parajes conocido como mirlo.

Hierbalato: Cualquier planta que no tiene una utilidad práctica. ¿Qué necesidad hay de darle nombre si no se come y no sirve para nada?

Afalagar: Acariciar o prestar atención al perro.

Escolumbrar: Desaparecer detrás de una zona elevada. «El gato se subió al muro y escolumbró hacia el huerto que hay detrás».

Encomulgar: Llenar el plato hasta casi rebosar. «Me encomulgó el plato con las patatas».

Mafoso: Dícese del alimento u objeto en cuya superficie crece el moho. «Este pan está mafoso».

Abangarse: Doblarse por el peso. «La rama del pino se abangó por el peso de la nieve».

Trapos: Copos de nieve de gran tamaño. «Esta mañana caían trapos».

Estriza: Destrozo. «El granizo causó una buena estriza en el huerto, rompió las hojas de todas las lechugas».